El liderazgo ha sido una de las fuerzas más poderosas y determinantes en la historia de la humanidad. Desde las primeras civilizaciones hasta la era moderna, el liderazgo ha influido en la dirección de sociedades, organizaciones y gobiernos. Su importancia radica no solo en la capacidad de influir sobre un grupo o comunidad, sino en cómo los líderes tienen la habilidad de transformar realidades, fomentar el cambio social y enfrentar grandes desafíos. El liderazgo en un sindicato es fundamental porque garantiza la representación, protección y mejora continua de los derechos y condiciones laborales de los trabajadores, asegurando una mayor eficacia y unidad en las acciones colectivas.